miércoles, 1 de junio de 2022

ES URGENTE UNA FORMACIÓN TECNOLÓGICA EN ESPAÑA

El proceso de digitalización de la economía y de la sociedad española corre el riesgo de quedar a medias e ir más lento de lo necesario como consecuencia de la falta de profesionales preparados para llevarlo a cabo. La alarma la ha dado el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, al advertir que faltan cerca de 100.000 personas con diferentes perfiles técnicos para atender la demanda tecnológica de las empresas.
España puede llegar tarde para subirse al tren del progreso tecnológico. La digitalización es un sector estratégico para cambiar el modelo productivo hacia un sistema de mayor valor añadido y de empleos de mayor calidad. Y nuevamente ha sido también el sistema educativo el que ha fallado en sus previsiones y escenarios de futuro.

Urge un plan de choque educativo para no perder el tren de la digitalización

Por supuesto que en España faltan también camareros, cocineros, peones agrícolas, trabajadores de la limpieza y de la construcción, ya sean hombres o mujeres. Pero desde un punto de vista estratégico es mucho más importante, dicho sea con el máximo respeto para los oficios citados, poder contar con los profesionales necesarios para desarrollar el escenario tecnológico de la nueva economía y de la nueva sociedad del siglo XXI.

Es muy urgente, por tanto, impulsar de inmediato un plan de choque para la masiva formación de profesionales especializados en las nuevas tecnologías del presente y del futuro. Todo el sistema educativo debe sumar esfuerzos, debidamente coordinados, para impulsar ese plan de formación masiva, en colaboración con las patronales y los sindicatos. Nos jugamos el futuro. Se trata de diseñar cursos prácticos, acelerados y adaptados a las necesidades del sistema productivo y social. El Gobierno central y los gobiernos autonómicos deberían liderar de inmediato dicho proceso, que podría entrar bajo el marco de la financiación de los fondos europeos. Hay capacidad suficiente para reaccionar y debe reaccionarse.

A la vez se hace necesario impulsar también un plan de atracción de profesionales con talento tecnológico del extranjero –por ejemplo, de India, China o Japón– para contribuir a la formación de los trabajadores españoles y, asimismo, para cubrir las necesidades productivas más urgentes de las empresas.

Al mismo tiempo es de una enorme importancia incentivar la incorporación de estudiantes, especialmente mujeres, en los ámbitos universitarios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, conocidos bajo el acrónimo de estas palabras en inglés: STEM. El número de estudiantes en estas carreras en España es muy bajo en comparación con otros países desarrollados.

El sistema productivo, paralelamente, debe valorar mejor el talento tecnológico, tanto desde el punto de vista salarial como de las condiciones de trabajo, con objeto de evitar su fuga hacia otros países que hacen mejores ofertas. Debe tenerse en cuenta que retener este capital profesional, sea al nivel que sea, es fundamental para la competitividad presente y futura. En la medida en que esos perfiles sean más valorados también habrá mayor interés de los jóvenes –y no tan jóvenes– por ellos.

Fracasar en el proceso de digitalización de la economía y de la sociedad españolas puede truncar el crecimiento económico del país, su competitividad y el aumento y mejora del empleo. Es pues clave actuar. La formación tecnológica, después de la entrada en vigor de la reforma laboral, es el desafío más importante que debe afrontar en este momento el mercado laboral español, por delante de otros debates que se plantean en la actualidad, como puede ser el de la reducción de la semana laboral. Ahora lo urgente es la formación tecnológica.

 

  

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