miércoles, 8 de diciembre de 2021

ESPAÑA SE ENDEUDARÁ UN 25% MENOS DE LO PREVISTO ESTE AÑO

 La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, anuncia que prescindirán de la última emisión y que la deuda neta emitida en 2021 se situará en 75.000 millones


La ministra de Economía, Nadia Calviño, charla con el ministro italiano, Daniele Franco 

El Gobierno español prescindirá de la última emisión de bonos y obligaciones del estado prevista para el próximo 16 de diciembre, lo que situará la emisión de deuda neta en 2021 en 75.000 millones de euros, un 25% menos de lo previsto a principios de año.

Según ha explicado la vicepresidenta primera y ministra de economía, Nadia Calviño, la previsión de las necesidades de emisión netas para 2022 también se situarán en el entorno de los 75.000 millones lo que, a su juicio, permitirá a las autoridades españolas reforzar la “posición fiscal responsable y prudente que hemos venido desarrollando desde el Gobierno de España” y “ese buen tono y el impulso a la aceleración de la recuperación económica que nos muestran los indicadores”, ha indicado a su llegada a la reunión del Eurogrupo que se celebra este lunes en Bruselas.

A la cancelación de 20.000 millones ya anunciada en julio pasado por el Tesoro se suman ahora otros 5.000 millones de euros que elevan el volumen de financiación neto del que prescindirá el Gobierno a los 25.000 millones mencionados. Con esta decisión, la emisión de deuda bruta de España -con un coste medio por primera vez en negativo- descenderá este año hasta los 264.174 millones de euros.

Según el Ministerio de Economía, este recorte permitirá seguir reduciendo la carga de intereses del Estado y de las Administraciones Públicas, tanto en términos absolutos de caja como en relación al PIB y a los ingresos públicos.

Un elemento más en una senda de recuperación plagada de incertidumbres debido sobre todo a la irrupción de la variante ómicron. Aún así, el diagnóstico del Gobierno sigue siendo cautelosamente positivo. “En el caso de España lo vemos es que el año 2021 está yendo de menos a mas, que se está produciendo una aceleración del crecimiento económico en la segunda parte del año y que las perspectivas son positivas en los próximos meses y en el conjunto de 2022 y 2023. Afortunadamente España tiene unos niveles elevados de vacunación y tenemos una perspectiva por el momento más positiva en estas nuevas circunstancias y en lo que respecta al posible impacto de la pandemia”, ha valorado Calviño.

Revisión de crecimiento
Aún así, la vicepresidenta admite que “estamos en un momento de notable incertidumbre” por lo que reconoce que no debería sorprender a nadie “que haya constantes revisiones al alza y a la baja” de las previsiones económicas de los distintos organismos aunque por ahora no se plantea revisar a la baja las cifras del Gobierno como sí ha hecho recientemente la OCDE.

“Lo importante es ver dónde está el pulso de la realidad económica. Los datos que tenemos del mercado de trabajo y de ingresos fiscales, que están un 3% por encima de la recaudación que teníamos antes de que nos golpeara la pandemia. Todos estos datos nos indican una evaluación positiva de la economía española, una evolución que va de menos a más en el curso de 2021 y una perspectiva positiva para los próximos años”, ha insistido antes de un Eurogrupo centrado a la política fiscal y los planes presupuestarios de los Estados miembros para 2022.

Sobre la mesa, por tanto, también estará un plan español que recibió hace unos días el aprobado de la Comisión Europea. “Se considera que la orientación del proyecto de presupuestos generales para 2022 va a permitir seguir impulsado la recuperación económica y la creación de empleo de una manera compatible con la continuación de la reducción de los ratios de déficit y deuda pública sobre el PIB, aprovechando por tanto el crecimiento económico para mejorar nuestros saldos fiscales”, ha explicado Calviño.

Silvia Martínez EPE 06 diciembre 2021


LA PRESIÓN FISCAL LLEGÓ AL 36,6% DEL PIB EN 2020 Y MARCÓ RÉCORD HISTÓRICO

La Presión Fiscal es un porcentaje que mide la cantidad de impuestos que recibe el Estado tanto del consumidor como las empresas, y que se obtiene dividiendo lo recaudado por el PIB (Producto Interior Bruto).

Y cómo resulta en España ha caído el PIB y de momento los impuestos no han caído porque no se ha cerrado aún el período fiscal pues la presión fiscal ha aumentado, anda…¡ Felicidades Felicidades señores del Gobierno !

Y analizando los impuestos recaudados una tercera parte del total se han obtenido por Cotizaciones Sociales, una quinta parte del total por IRPF, otra quinta parte del total por IVA, otra quinta parte del total por otros impuestos y por el Impuesto de Sociedades menos de una décima parte del total , un 6% de la recaudación total
¡ FELICIDADES SEÑORES EMPRESARIOS Y SEÑORES DEL GOBIERNO !

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Contenido aparecido en los medios

 

La presión fiscal llegó al 36,6% del PIB en 2020 y marcó récord histórico

España es el país de la OCDE donde más creció el peso de la recaudación, seguido de México
El peso de los ingresos sobre la economía aumentó como consecuencia del fuerte adelgazamiento del producto interior bruto 

                                    La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero.

España es el país de la OCDE donde más aumentó la presión fiscal en 2020. En concreto, el peso de la recaudación de impuestos y cotizaciones sociales sobre el producto interior bruto (PIB) aumentó en 1,9 puntos porcentuales, hasta situarse en el 36,6% del PIB, frente al 34,7% de 2019 o el 33% del año 2000. El dato de presión fiscal en España del 36,6% del PIB es el más alto de la serie histórica que compone la estadística de la OCDE, desde 1965. El anterior dato más elevado se alcanzó en 2007, con una presión fiscal del 36,4% del PIB.

La presión fiscal media en los países de la OCDE subió una décima, hasta el 33,5% del PIB, según la estadística publicada este lunes por la organización de países desarrollados. El informe constata que aunque los ingresos tributarios nominales disminuyeron en la mayoría de los países de la OCDE, las caídas en el PIB de los países fueron a menudo mayores, lo que dio como resultado un pequeño aumento en la relación promedio entre impuestos y PIB. En el caso español la caída de la recaudación tributaria del Estado, por ejemplo, cayó el 8,8%, y la de cotizaciones sociales bajó en torno al 3%. Sin embargo, el PIB descendió mucho más: el 10,8% en términos reales y el 9,8% en términos nominales. Fue el mayor retroceso dentro de los países de la OCDE. Como resultado de todo ello aumentó el peso de los ingresos sobre el PIB y, con ello, la presión fiscal española.

Medidas de los gobiernos
En general, el informe observa que el impacto de la pandemia de COVID-19 en los ingresos fiscales fue menos pronunciado que durante las crisis anteriores, en parte debido a las medidas de apoyo del gobierno introducidas para apoyar a los hogares y las empresas (como los ertes, en el caso español). Según la OCDE, las medidas de apoyo de los gobiernos "contribuyeron a la estabilidad relativa de los ingresos fiscales al proteger el empleo y reducir las quiebras corporativas en una medida considerablemente mayor que en la crisis financiera mundial en 2008-2009"

Para los próximos años el Gobierno prevé una cierta corrección de la tendencia al alza de la presión fiscal mostrada en 2020. Con todo, España se mantiene en el grupo de países de la zona euro con menor presión fiscal, por debajo de Bélgica (43,1%), Austria (41,2%), Finlandia (41,9%), Francia (45,4%), Alemania (38,3%), Grecia (38,8%), Italia (42,9%), Luxemburgo (38,3%) Holanda (39,7%) o Eslovenia (36,9%) aunque por encima de Portugal (34,8%), Irlanda (20,2%), Estonia (34,5%), Letonia (31,9%), Lituania (31,2%) o Eslovaquia (34,8%).

Del total de la presión fiscal en España, la mayor parte corresponde a los ingresos por cotizaciones sociales (el 35,5% del total de ingresos), seguidos de los provenientes del IRPF (22,7%), el IVA (el 18,7%) y otros impuestos indirectos (10,2%). El impuesto sobre sociedades apenas representa el 6% de la recaudación total y los vinculados a la propiedad y el patrimonio, el 7,1%.

Entre México y Dinamarca
El informe muestra que la relación de impuestos a PIB de los países en 2020 osciló entre el 17,9% en México y el 46,5% en Dinamarca, con aumentos observados en 20 países y disminuciones en los otros 16 para los que se disponía de datos de 2020. Los mayores incrementos de la relación impuestos sobre el PIB en 2020 se registraron en España (1,9 puntos porcentuales), que experimentó la mayor caída del PIB nominal y una menor caída de los ingresos fiscales nominales. Otros grandes incrementos se observaron en México (1,6 puntos) e Islandia (1,3 puntos). Los mayores descensos se registraron en Irlanda (1,7 puntos), en parte debido a menores ingresos por IVA tras una reducción temporal del IVA y una menor actividad económica. Otras caídas importantes se observaron en Chile (1,6 puntos) y Noruega (1,3 punto). 

Sociedades e impuestos especiales
En toda la OCDE, los ingresos del impuesto sobre la renta de las sociedades y los impuestos especiales fueron los más afectados negativamente por la crisis del COVID-19. Los ingresos del impuesto sobre la renta de las sociedades registraron la mayor caída media (0,4 puntos del PIB, con descensos en 26 países); y el menor uso de combustible debido a restricciones de movilidad provocó una pequeña pero generalizada disminución de los ingresos por impuestos especiales (0,1 punto en promedio con descensos en 28 países).

Por el contrario, los impuestos sobre la renta de las personas físicas y las cotizaciones a la seguridad social experimentaron un aumento de los ingresos, en promedio (0,3 puntos en ambos casos, y en 28 y 29 países respectivamente). El hecho de que los ingresos de estos dos impuestos se mantuvieran probablemente refleja que los gobiernos brindaron un apoyo considerable para mantener la conexión entre los trabajadores y el mercado laboral en esta crisis. No se observaron cambios en los impuestos a la propiedad o el IVA como porcentaje del PIB, en promedio.

 

lunes, 1 de noviembre de 2021

El ‘caso Bárcenas’ y EL PAÍS

 

Uno de los documentos de los llamados ‘Papeles de Bárcenas’ en los que el extesorero del PP anotó una supuesta doble contabilidad que tenía el PP y que él controlaba. EL PAÍS


OPINIÓN El País 31 octubre 2021

El Partido Popular se financió ilegalmente con dinero negro donado por grandes empresarios, la mayoría contratistas del Estado, que pusieron casi ocho millones de euros entre 1990 y 2009. Esas aportaciones sirvieron para abonar sobresueldos a dirigentes del partido y pagar distintos servicios, entre ellos, la reforma de la sede central del PP en la calle de Génova.

Esta verdad judicial —la existencia de una caja b en un partido político que ha gobernado España 15 de los 44 años de la reciente etapa democrática— fue ratificada hace un año por el Tribunal Supremo cuando avaló la primera sentencia del caso Gürtel y ha sido apuntalada ahora por la Audiencia Nacional en el fallo sobre los denominados papeles de Bárcenas, la contabilidad paralela que destapó EL PAÍS el 31 de enero de 2013.

Casi nueve años después de aquella publicación, los hechos probados de la sentencia establecen que Bárcenas “gestionó los fondos en metálico aportados al PP como donaciones privadas a través de una contabilidad paralela (contabilidad b) de cuyo ingreso y gasto no se dejó constancia en la contabilidad oficial ni por tanto fueron fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas”. Esa contabilidad paralela reflejó, según la sentencia, “acontecimientos cuya realidad ha quedado acreditada, como los traspasos a las cuentas de donativos oficiales, entregas de dinero a determinadas personas vinculadas con el PP o los pagos por las obras de reforma de la sede central del PP en la calle Génova 13 de Madrid”.

José María Aznar —durante cuyo mandato nació y se desarrolló este sistema de financiación ilegal— y Mariano Rajoy —que no solo no eliminó ese sistema cuando dirigió el partido, sino que ascendió a tesorero nacional a quien era conocedor y gestor del mecanismo corrupto— han negado en sede judicial que existiera una caja b en el PP. Todos los secretarios generales del partido que convivieron con ese instrumento tóxico de dinero oculto a la Hacienda Pública han mantenido la misma versión que Aznar y Rajoy ante los tribunales. Después de tres sentencias sobre el caso, produce sonrojo recordar el testimonio de dos presidentes del Gobierno y numerosos ministros del PP, incapaces de mostrar preocupación por la investigación sobre el funcionamiento corrupto de la organización que encabezaron.

Lo más cerca que estuvieron de admitir alguna responsabilidad política fue cuando varios de ellos llegaron a sugerir que si la caja b existió realmente, no era del partido, sino de Luis Bárcenas. Pero esa excusa pretendidamente absolutoria se ha demostrado falsa, porque la mayoría de los gastos acreditados de esa caja b solo han beneficiado al PP como partido o a sus líderes. Pensar que Bárcenas pudo ser un dirigente político altruista capaz de usar el dinero negro que obtenía para hacer obras en la sede del PP o pagar sobresueldos a los dirigentes del partido es un ejercicio intelectual absurdo que va contra todas las leyes de la lógica.

Tres sentencias, una de ellas firme, consideran a estas alturas suficientemente probado que el PP se financió ilegalmente, pero todavía nadie en esa formación política ha pedido perdón por unos hechos probados en resoluciones judiciales cuyo recuerdo manchará por muchos años la imagen de un partido con vocación de gobierno.

El actual líder del PP, Pablo Casado, se ha negado a pedir perdón porque no participó en los hechos y tan solo se atrevió a anunciar hace meses que vendería la sede central para intentar borrar así uno de los símbolos de la corrupción del PP. Pero la venta de Génova 13 todavía no se ha producido y Casado sigue gestionando desde el silencio su respuesta a las sentencias que condenan al PP por prácticas corruptas. Todavía quedan media docena de juicios por corrupción que salpican al partido.

Tampoco ha pedido disculpas el Partido Popular por la campaña emprendida contra el diario EL PAÍS tras la publicación de los papeles de Bárcenas. Desde los principales dirigentes populares (sus secretarios y vicesecretarios generales) hasta distintos cargos públicos y empresarios que aparecían citados en esos papeles, presentaron demandas contra EL PAÍS y acusaron a este periódico de injurias y calumnias por publicar falsedades, además de reclamar fuertes cantidades de dinero por el perjuicio causado.

Todas esas demandas fueron archivadas por distintos jueces, pero la campaña de descrédito que el PP puso en marcha contra EL PAÍS durante aquellos años sigue intacta pese a las sentencias conocidas, sin que nadie de la formación política se haya sentido obligado a desdecirse de tantas acusaciones infundadas. Aquella ofensiva judicial del PP contra EL PAÍS pretendió atemorizar y amordazar a un medio de comunicación que lo único que persiguió con la publicación de los papeles de Bárcenas fue denunciar las prácticas corruptas en la vida política española y favorecer la regeneración democrática.

El juicio y la sentencia de los papeles de Bárcenas cierran uno de los capítulos más negros en la historia del Partido Popular. La Audiencia Nacional solo ha podido juzgar dos de los 19 años de prácticas corruptas que quedaron registrados en los papeles de Bárcenas. Pero ni los empresarios que donaron grandes cantidades de dinero opaco ni los dirigentes populares que recibieron parte de ese dinero sin declararlo a Hacienda responderán por aquellos hechos ante los tribunales de justicia, aunque la opinión pública se haya hecho una idea de lo ocurrido a través de lo ya juzgado y sentenciado.

 



miércoles, 20 de octubre de 2021

ETA ¡HAY QUE PASAR PÁGINA!

 

José Vidal-Beneyto, Pepón para los amigos, politólogo, sociólogo y filósofo español fallecido en el 2010, poco antes de morir escribió un artículo en la prensa titulado ETA DEBATE CORRUPTO en el cual argumentaba que no tocaba ya en aquel entonces debatir y polemizar de forma permanente por parte de la clase política y los medios de comunicación sobre la ETA pues se trataba de un debate corrupto ya que ETA había llegado prácticamente a su final.

Pues bien en estos momentos ETA ha vuelto a la palestra. Señores políticos y Medios de Comunicación dejen de marear la perdiz con este asunto y dedíquense a solucionar los verdaderos problemas, que son muchos, que nos afectan a la ciudadanía de este país, déficit público permanente y elevadísimo nivel de deuda, corrupción, deterioro del bienestar social que había en este país y que ahora hay un elevado malestar social, desempleo, precariedad laboral, desigualdad social, fraude fiscal, en fin para que seguir…lo dicho mis queridos políticos dedíquense a solucionar los problemas importantes de verdad… 

 

lunes, 4 de octubre de 2021

Viene otra crisis (la grande) y no se le da respuesta

 

Excelente artículo de Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla

 
            Imagen de archivo de la planta de Almussafes (Valencia) de Ford España.

Cuando comenzó a extenderse la covid-19 advertí que la pandemia produciría una doble crisis o una sola, si se prefiere, con dos manifestaciones separadas y muy diferentes. Por un lado, una de demanda, como consecuencia de la caída de los ingresos provocada por los cierres de empresas y la gran disminución de la actividad durante el confinamiento. Esta, dije desde el principio, tenía un tratamiento muy costoso pero bastante fácil de aplicar, la garantía gubernamental, total o parcial, de los ingresos perdidos por empresas y familias. Un tratamiento que conocemos desde hace tiempo cuando, por alguna razón, deja de haber dinero en los bolsillos y la falta de consumo paraliza la vida económica. No hay otro remedio, entonces, que crear dinero y repartirlo aunque sea, como gráficamente decía el liberal Milton Friedman, tirando billetes desde un helicóptero.

Se trata de una solución conocida y de relativamente fácil pues basta, como hemos visto, con que los bancos centrales creen medios de pago o los gobiernos se endeuden. Aunque eso no quiere decir que resuelva todos los problemas, ni que salga gratis.

No resuelve todos los problemas porque nunca estará garantizado que el dinero que sale de los bancos centrales llegue finalmente a las empresas y consumidores que lo gastan. E, incluso si llega, tampoco es seguro que se dedique al consumo o la inversión. Unas veces, porque los bancos se quedan con el incremento de dinero para sanear sus balances o realizar inversiones financieras, sin utilizarlo para conceder crédito a la actividad productiva. Otras, porque los gobiernos, las empresas o los hogares solo dedican el nuevo flujo monetario a amortizar deuda anterior.

En esta última crisis de demanda provocada por la covid-19 los bancos centrales (creando dinero nuevo) y los gobiernos (endeudándose) no dudaron ni por un momento, a diferencia de lo que ocurrió en la de 2008, y han suministrado una dosis nunca antes vista de financiación extraordinaria a las economías. Así han salvado la crisis, aunque lógicamente a cambio de un incremento no menos gigantesco de la deuda: se estima que a finales de 2020 ya había crecido en 32 billones de dólares en todo el mundo. Y, aunque todavía no se ha comenzado a sentir el esfuerzo durísimo que habrá que hacer para pagarla, el Fondo Monetario Internacional ya ha advertido que unos 100 países han tenido que empezar a hacer recortes en gasto social y de bienestar para hacerle frente. Lo mismo que ocurrirá en todos los demás, a medida que vaya pasando el tiempo, si no se adoptan pronto medidas de reestructuración, quitas ordenadas y procedimientos de financiación que no impliquen nuevas oleadas de recesión y miseria en muchísimos países.

En cualquier caso, como he dicho al principio, esta ha sido la parte fácil de la crisis provocada por la Covid-19. La prueba es que, aunque con el coste futuro que acabo de señalar, allí donde se han aplicado inyecciones financieras adecuadas se ha conseguido recobrar la actividad y el empleo.

Pero, tal y como señalé al principio, la pandemia iba a traer consigo inevitablemente otra crisis mucho más peligrosa porque se iba a producir por el lado de la oferta. Y eso es lo que ya está ocurriendo.

Dicho de la manera más fácil posible para que todo el mundo me entienda lo que sucede es que no hay suficiente disponibilidad de bienes y servicios para satisfacer la demanda de las empresas y los hogares.

Este desacoplamiento es muy peligroso por dos razones principales. Por un lado, porque produce subidas de precios como consecuencia del exceso de demanda coincidente con la escasez de oferta. Por otro, porque la respuesta convencional que los bancos centrales dan a esa tensión inflacionaria (subir los tipos de interés) deprimiría aún más la oferta. Si actúan como se supone que deben hacerlo lo que provocarán será que las empresas disminuyan aún más producción y el empleo, sin que los precios finalmente se reduzcan.

Hasta ahora, sin embargo, los bancos centrales vienen manteniendo que esta situación es un simple efecto del confinamiento, de la incertidumbre y de los cambios acontecidos en todo este tiempo, la situación no debería producir demasiada preocupación. Concluyen, por tanto, que nos encontramos ante una especie de cuello de botella temporal que ciertamente produce escasez y, en consecuencia, tensiones al alza en los precios, pero solo de carácter temporal pues que no hay otra razón que impida que los mercados recobren pronto la normalidad. De ahí que no hayan tomado prácticamente ninguna medida ante este desajuste.

Yo creo, sin embargo, que se están equivocando porque la situación va a ser más grave y duradera por una sencilla razón: los desajustes en los mercados internaciones de bienes y servicios no se han producido solamente a causa de las perturbaciones lógicamente provocadas por la pandemia sino que venían de antes.

El problema que se está planteando con crudeza en toda la economía internacional es que la pandemia ha acelerado y agravado la desarticulación de un sistema global de producción y logística globales que ya estaba en crisis con anterioridad. El sistema no sufre una mera perturbación coyuntural sino que está registrando una fuerte tensión estructural.

Lo que se está produciendo ante nuestros ojos es la muerte por éxito del capitalismo neoliberal. Ha logrado que se produzca una concentración extraordinaria de capitales y de rentas y riqueza; el dominio casi absoluto de los mercados que han alcanzado las grandes empresas les ha permitido disfrutar de cuentas de resultados con beneficios desorbitados y nunca antes vistos; cifras de negocios gigantescas que vienen de la mano de la rentabilidad mucho más que extraordinaria que su exagerada liquidez les proporciona en los mercados financieros en continua expansión; y una influencia social y política que hace poco resultaba sencillamente inimaginable. Pero todo eso ha provocado también la fragmentación de los mercados, una desarticulación productiva tampoco antes vista y una pérdida progresiva de rentabilidad, por pérdida de mercado o endeudamiento creciente, de franjas cada vez más anchas de la actividad empresarial. Lo mismo que el resto de la gente se aleja cada día más de la minoría todopoderosa que lo gana todo, también se excluye del reparto de la tarta a una proporción creciente del pequeño y mediano capital. Y así, el capitalismo renuncia a la capacidad de alimentarse alimentando a los demás que lo ha mantenido exitoso durante tanto tiempo.

Esa y no la pandemia es la verdadera causa de la crisis de oferta que se está empezando a manifestar con gran crudeza: cientos de barcos se mantienen a la espera en los puertos donde se nutren las exportaciones mundiales; los precios del transporte marítimo se multiplican hasta por diez en algunas rutas;  cientos de megafactorías están prácticamente inactivas por falta de suministros, lo que se traduce en la paralización sucesiva de los procesos de producción que hasta ahora estaban encadenados.

El sistema logístico internacional está al borde del colapso y no es solo como consecuencia de la pandemia. Esta ha provocado ciertamente un gran cuello de botella, al poder recuperarse la demanda con lógica mayor rapidez que la oferta. Pero el colapso proviene de un sistema de redes globales que no responde a lógicas de suministro racionales sino a la volatilidad de la especulación financiera y que son incapaces de autoalimentarse generando fuentes de ingresos descentralizados en los diversos mercados donde actúan. Al revés, el capital transnacional actúa como una especie de bomba que absorbe y seca todo a su alrededor y por completo.

Lo que está empezando a ocurrir en el mundo es que se está resquebrajando el sistema de provisión inherente a la globalización de las últimas décadas y que había sido la base del predominio del capital transnacional que diseñó al neoliberalismo como estrategia civilizatoria. Se ha centralizado y concentrado tanto que ahora resulta incapaz de proporcionar la provisión más o menos generalizada, puntual y universalmente rentable y la aceleración que, mientras más o menos las había ido garantizando, hacian de la globalización el tótem sagrado de nuestro tiempo.

Y ese proceso de desarticulación se ha agudizado por los efectos que el capitalismo intensivista ha venido provocando sobre el clima y el medio ambiente y que han eclosionado en una crisis de recursos energéticos que tiene, a su vez, consecuencias fatales sobre el propio capitalismo porque es incapaz de gobernarlos. Comenzaremos a ver la proximidad y auténtica magnitud y gravedad de este proceso a partir del próximo invierno y por supuesto que no solo en China.

Los retrasos que se están acumulando en la provisión de materias primas y bienes intermedios no son, por tanto, coyunturales. Creer que el remedio es esperar a que escampe es una irresponsabilidad. Subidas de precios como las de los alimentos, las más altas desde los años setenta del siglo pasado, o las que se están dando en otros bienes y servicios no pueden ser un simple desajuste momentáneo.

En realidad, no creo que crean realmente que lo que se está avecinando no sea grave y que dejarlo pasar sea la mejor respuesta. Más bien pienso que los bancos centrales carecen de instrumentos para hacer frente a corto plazo a la coincidencia de una presión de la demanda con una restricción de oferta y prefieren considerar que los síntomas (la inflación y el frenazo de la actividad) son la enfermedad.

En los años sesenta y setenta del siglo pasado, el capital se enfrentaba a una situación de agotamiento parecida y con manifestaciones semejantes pero era a consecuencia de la fortaleza que habían adquirido los movimientos sociales, los sindicatos, los movimientos de liberación y el llamado "campo socialista", a pesar de sus múltiples defectos. Por tanto, tenía clara la estrategia que debía adoptar para salir adelante: combatirlos y vencerlos para hacer que la balanza del reparto de la riqueza y del poder girase hacia el otro lado.

Ahora, la paradoja es que el enemigo del capitalismo es el capital sometido a la lógica financiera y especulativa que se ha quedado con todo pero que ha terminado destruyendo la base global sobre la que él mismo había asentado la industria, desarticulando las redes de producción y las cadenas de valor, y que ha generado una explosión de deuda incontrolable e insostenible, una tensión social creciente como consecuencia de la desigualdad y un poder al margen de las instituciones que materialmente amenaza con impedir el gobierno y la resolución más o menos consensuada de los conflictos.

Esa es la razón de por qué no hacen nada cuando la escasez de suministros y el encarecimiento de la energía están empezando a paralizar a las economías. Tienen un conflicto con ellos mismos y no saben ni están dispuestos a transformarse. El resultado seguro será un gran desorden, el más peligroso.

Juan Torres López, Público 1 octubre 2010

 


sábado, 28 de agosto de 2021

LOS COSTES DE LA LUZ TOCAN TECHO

 









Mi factura de electricidad de julio
Este mes de julio en mi domicilio tuve un consumo de 179 Kwh a un precio de 0,185 €/Kwh y el Coste Total de la factura fue de 53,5 € , si el precio del Kwh hubiese sido un 20% más caro es decir 0,222 €/Kwh el Coste Total de la factura hubiese sido de 60,66 € es decir 6,5 € más caro…. EN AGOSTO HUBIESE TENIDO QUE DEJAR DE TOMAR 4 BIRRAS ¡QUE TRAGEDIA!


lunes, 7 de junio de 2021

El crepúsculo del paraíso fiscal

 

                    

Como suele ocurrir en los asuntos multilaterales, Estados Unidos tenía la llave. Cuando Janet Yellen, su secretaria del Tesoro, anunció a principios de este año que había llegado el momento de poner fin a la "competencia a la baja" en materia de impuesto de sociedades, sus declaraciones sobrealimentaron las conversaciones sobre un acuerdo global para revisar los impuestos que pagan las empresas multinacionales y el lugar en que lo hacen.


Las conversaciones se han centrado en dos cambios principales: la reasignación de los derechos fiscales a los países donde se desarrolla la actividad económica en vez de hacerlo donde las empresas deciden registrar sus beneficios; y el establecimiento de un tipo impositivo mínimo a nivel mundial, que probablemente se sitúe en torno al 15%. Los ministros de Economía del grupo de países ricos del G-7 aprobaron la medida en una reunión celebrada los días 4 y 5 de junio.

Países como Islas Vírgenes perderán ingresos por la tributación de grandes multinacionales 

El G-20 podría llegar a un acuerdo en julio, lo que animaría a los otros 120 países y territorios que participan en las conversaciones a seguir la misma senda. El 26 de mayo, el ministro de Finanzas alemán predijo una "revolución" en las normas fiscales mundiales "en cuestión de unas pocas semanas".

Todas las revoluciones tienen ganadores y perdedores. En este caso, los vencedores más claros serán las grandes economías en las que las multinacionales realizan muchas ventas pero registran relativamente pocos beneficios imponibles gracias a una planificación fiscal que desvía los ingresos a jurisdicciones de baja tributación. Este desajuste ha aumentado junto con el ascenso de gigantes digitales como Apple y Google, cuyos activos son en gran medida intangibles.

Ganadores y perdedores
Noticia positiva para los países pobres mientras que los paraísos fiscales dejarán de obtener beneficios por la tributación de las multinacionales
Los países pobres en los que las empresas mundiales tienen fábricas y otras operaciones también se beneficiarán, aunque no tanto como creen que deberían. Los perdedores más obvios serán los paraísos que, desde hace más de medio siglo, han ido obteniendo cada vez más beneficios a medida que la globalización hacía que el capital se fuera desembarazando de trabas, ofreciendo lo que ellos veían como una competencia fiscal muy necesaria y muchos otros veían como una economía de empobrecimiento del vecino.

Un estudio realizado en 2018 concluyó que alrededor del 40% de los beneficios en el extranjero de las multinacionales se trasladan de modo artificial a países de baja tributación. Un funcionario muy implicado en las actuales conversaciones cree que el acuerdo que está tomando forma podría "acabar casi por completo con los paraísos".

Cuantiosos beneficios
En 2018, los servicios corporativos y financieros representaron más del 60% de los ingresos públicos de las islas Vírgenes Británicas
Sin embargo, los paraísos tienen diferentes formas y tamaños; abarcan desde los paraísos caribeños libres de cualquier impuesto hasta los centros de Europa y Asia donde sólo se pagan menos impuestos. Algunos tienen más que temer que otros.

Paraíso perdido
Las cosas se presentan sombrías para los territorios con palmeras y sin impuestos como las Bermudas, las islas Vírgenes Británicas y las islas Caimán. Aunque no obtienen ningún ingreso en concepto de impuestos de sociedades, han llegado a depender en diferentes grados de los honorarios de las filiales de las grandes compañías y de un sector artesanal de contables, abogados y otros proveedores de servicios empresariales que han surgido localmente para atenderlas.

Esos ingresos son meras migajas en comparación con los impuestos que se ahorran las empresas, pero suponen mucho para unas economías tan pequeñas. En 2018, los servicios corporativos y financieros representaron más del 60% de los ingresos públicos de las islas Vírgenes Británicas.

El tipo de acuerdo que impulsa el gobierno de Biden (que aplicaría el tipo mínimo global país por país, en lugar de hacerlo en conjunto) hará saltar por los aires el modelo de negocio de esos paraísos. Esos países se suben por las paredes, pero no pueden hacer nada.

Un diplomático dice que están en proceso de ser "neutralizados" y que son "irrelevantes" para las conversaciones. "Nadie quiere saber nada de ellos". Algunos, al menos, tienen otras fuentes de ingresos: Caimán es un gran domicilio para los fondos de cobertura; Bermudas, para las aseguradoras.

Modelo de negocio
El modelo impuesto por Biden provocará que los paraísos fiscales no obtengan ningún beneficio por el impuesto de sociedades
Las economías mejor conectadas, tradicionalmente amables con los asesores fiscales corporativos, son menos fáciles de descartar. Varios países de la Unión Europea han atraído la inversión con un bajo tipo impositivo a las ganancias corporativas, como han hecho Irlanda y Chipre (ambos recaudan el 12,5%); o, como Luxemburgo y los Países Bajos, con normas que los convierten en canales atractivos en las estructuras fiscales que ayudan a las compañías a evitar los impuestos en otros países.

En 2019, un estudio del FMI descubrió que ese tipo de inversión "fantasma" había impulsado el volumen de inversión extranjera directa de Luxemburgo hasta los 4 billones de dólares, una improbable décima parte del total mundial. También Hong Kong y Singapur se han beneficiado actuando como depósitos de impuestos corporativos.

Tras un acuerdo negociado por la OCDE en 2015, en los últimos años se han cerrado algunas de las lagunas más grandes que alimentan esos flujos. Entre ellas, se encuentra el "doble irlandés", que canaliza los beneficios a filiales registradas en Irlanda pero con domicilio fiscal en Bermudas o las islas Caimán, sistema que puede haber ahorrado a Google decenas de miles de millones de dólares a lo largo de una década.

Sin embargo, todavía hay mucho que perder. Irlanda está especialmente nerviosa, porque ha acabado dependiendo de su tipo del 12,5% para atraer inversiones extranjeras, muchas de las cuales implican personas, oficinas y fábricas reales. El impuesto de sociedades representa ahora un porcentaje récord del 20% de la recaudación total del país.

Unión Europea
Irlanda, Chipre, Luxemburgo y Países Bajos se convierten en un atractivo para evitar impuestos en otros países
Los irlandeses han presionado a Estados Unidos, fuente de gran parte de sus inversiones, en contra una reasignación radical de los derechos fiscales y un impuesto mínimo superior al 12,5%. El ministro de Economía irlandés, Paschal Donohoe, ha argumentado que los países más pequeños deberían poder utilizar la política fiscal para compensar las ventajas de escala, ubicación y recursos de las que gozan los grandes.

Sin embargo, incluso un tipo mínimo del 12,5%, o apenas por encima de él, podría salirle caro a Irlanda, si se tienen en cuenta las exenciones fiscales. Muchas grandes empresas que se benefician de su régimen fiscal pagan un tipo efectivo de un solo dígito. La "caja de patentes" de ese país, un régimen para los beneficios de la innovación, cobra sólo el 6,25%.

Irlanda
Irlanda presiona a EE.UU. para que fije un impuesto mínimo superior al 12,5%
Una empresa que pague eso podría cansarse enseguida de los encantos irlandeses si tiene que enfrentarse a un recargo de seis puntos porcentuales. El gobierno irlandés ha calculado una pérdida anual de 2.000 millones de euros en los ingresos fiscales debido al supuesto acuerdo global; esa cantidad supone un 2,4% de los ingresos públicos y es equivalente, en términos de PIB, a una pérdida en Estados Unidos de casi 140.000 millones de dólares.

Irlanda tiene algunos amigos en la Unión Europea. Hungría, con un tipo del 9%, es un clamoroso campeón de la competencia fiscal. También Chipre y Malta simpatizan con ella, aunque "están contentos de estar a la sombra de Irlanda", afirma otro funcionario. Fuera de la Unión Europea, Singapur y Suiza han señalado que consideran el 15% demasiado alto. El centro asiático estaría más contento con un 10%.


Unión Europea
El gobierno irlandés busca socios en la UE, ya que ha calculado una pérdida anual de 2.000 millones de euros en los ingresos fiscales
Por su parte, Luxemburgo y los Países Bajos han sufrido una sufrido una caída en el camino de Damasco. El Gran Ducado, criticado después de que en 2014 una filtración sacara a la luz acuerdos fiscales muy ventajosos con decenas de multinacionales, ha aprobado reformas que reducen las oportunidades de arbitraje fiscal y aumentan la transparencia de las resoluciones fiscales.

Dice que aceptará cualquier acuerdo que iguale las condiciones de juego. El gobierno neerlandés, irritado por las críticas de la opinión pública sobre su tolerancia frente a las artimañas fiscales, también ha tratado de cerrar los vacíos legales. "No seremos nosotros quienes pongan trabas al acuerdo", dice Hans Vijlbrief, secretario de Estado de Finanzas neerlandés. "Mi objetivo es que no se nos vuelva a mencionar en la lista de paraísos fiscales".

Irlanda se convierte ahora en un país atractivo por su baja fiscalidad

Eso coloca en un aprieto a Irlanda y otros descontentos de la Unión Europea. En teoría, podrían ejercer el veto, ya que las decisiones fiscales del bloque requieren unanimidad. Sin embargo, es algo que parece muy poco probable, dado el apoyo al cambio por parte de los grandes miembros de la Unión y Estados Unidos, por no hablar de la terrible decisión política que supondría bloquear un acuerdo que la opinión pública considera necesario para obligar a las grandes empresas a pagar su parte justa.

Además, Estados Unidos y otros países podrían imponer impuestos mínimos a sus propias empresas incluso sin un acuerdo global; de hecho, Estados Unidos ya tiene una versión para los ingresos intangibles, aunque fijada en sólo el 10,5%. Salvo una ruptura inesperada de las conversaciones, la revolución está cerca. Y, con ella, puede que llegue a su fin una época dorada de los paraísos fiscales del mundo.

© 2021 The Economist Newspaper Limited. 07/06/2021.




𝗔𝗡𝗖𝗘𝗟𝗢𝗧𝗧𝗜 𝗬𝗔 𝗘𝗦𝗧𝗔́ 𝗖𝗘𝗦𝗔𝗗𝗢 𝗬 𝗘́𝗟 𝗟𝗢 𝗦𝗔𝗕𝗘

Florentino eres un crack vas a hacer con Ancelotti lo mismo que haces con los testaferros que contratas para tus filiales, la filiales de ACS que tienes en los Paraísos Fiscales, cuando contratas a los testaferros al mismo tiempo firman un documento de cese para ejecutarlo cuando tú lo consideres oportuno. Con Ancelotti vas a hacer lo mismo... vuelvo a decir ¡Florentino eres un crack! Ver artículo original



domingo, 6 de junio de 2021

¿Cuánto emitiría un aeropuerto de BCN ampliado?

 

Los vuelos que salen del aeropuerto de Barcelona emiten tanto CO2 como una central de carbón o dos millones de coches. La ampliación de capacidad y el incremento de vuelos largos aumentarían probablemente las emisiones, aunque crezca su eficiencia. Los combustibles verdes se prevén caros y minoritarios durante décadas. Mantener el calentamiento debajo de 1,5 grados obliga a limitar vuelos.

                       Un avión despega del aeropuerto de Barcelona-El Prat.


¿Cuánto emite el aeropuerto de Barcelona?

Los vuelos que salieron de Barcelona en 2019 emitieron unos 4,2 millones de toneladas de CO2, lo mismo que dos millones de coches o una central de carbón. Eso se desprende de un estudio de Barcelona Regional, basado en datos de la Organización de la Aviación Civil Internacional (ICAO), que calculan las emisiones promedias de cada trayecto. Dos expertos en aviación y clima – Paul Peeters, de la Universidad de Breda en Holanda y Dan Rutherford, del International Council of Clean Transportation en Estados Unidos– comprobaron esta estimación para EL PERIÓDICO. Sus respectivos modelos arrojaron números prácticamente idénticos. Las emisiones locales del aeropuerto son una pequeña fracción del total: 500.000 toneladas. Sin embargo, la obras de expansión conllevarían emisiones adicionales. Si se toman en cuentas emisiones distintas al CO2 (dióxido de nitrógeno, vapor de agua etc.), el impacto de los vuelos en el calentamiento podría ser dos o tres veces mayor. Finalmente, el total se tiene que multiplicar por dos, si se imputan a Barcelona también las emisiones de los vuelos entrantes. 

 

¿Cuánto emitiría en caso de ampliarse?

Para saber cuánto emitiría un aeropuerto ampliado, hay que tener en cuenta: 

Cuánto aumentaría el tráfico. El aeropuerto pasaría de 53 millones de viajeros en 2019 a una capacidad máxima de 72 millones alrededor de 2031 (un incremento potencial de alrededor del 35%), según AENA.  

Cuántos vuelos largos habría. De las 344.000 operaciones de 2019, la mayoría fue a destinos europeos (61%), seguidos por los nacionales (29%). Los intercontinentales fueron el 10% pero causaron el 39% de las emisiones, según Barcelona Regional. La ampliación debería fomentar los vuelos de largo radio: la expansión de 500 metros de una pista sirve para permitir aviones más grandes.

Cuánto aumentaría la eficiencia de los aviones. Normalmente, esta aumenta entre un 1 y un 2% al año: o sea, se quema menos combustible para hacer el mismo viaje

Paul Peeters ha calculado para EL PERIÓDICO el aumento de emisiones previsible en estos supuestos: que se alcanzaran los 72 millones de pasajeros en 2035, que la fracción de vuelos intercontinentales se duplicara (llegando al 20%) y que la eficiencia aumentara un 1% anual. Según su modelo, el aumento de emisiones de los vuelos salientes sería espectacular: un 75%, hasta 7,4 millones de toneladas de CO2. Peeters no emplea los datos del ICAO, sino promedios de emisiones de vuelos cortos, medios y largos de los aeropuertos holandeses. 

¿Qué podría moderar la emisiones?

Rutherford y dos autores del informe de Barcelona Regional (los técnicos Marc Montlleó Gustavo Rodríguez) prefieren no hacer predicciones. Sin embargo, casi todos los expertos consultados apuestan por un aumento de emisiones con la ampliación, al menos en el corto plazo - incluyendo Salvador Sedó, director de desarrollo sostenible de Foment del Treball, que apoya la expansión. Las estrategias que moderarían las emisiones incluyen:

Mejorar la eficiencia de los aviones: esta se considera la contribución principal a la contención de emisiones. Sin embargo, solo una fuente de AENA cree que sería suficiente para que el aeropuerto ampliado tuviera menos emisiones que el actual. Según Rutherford, no se puede excluir que las mejoras estabilicen las emisiones. 

Llenar aviones: la fuente de AENA apunta que se pueden aumentar pasajeros sin incrementar los despegues, si se llenan aviones más grandes, que tienen un consumo menor por pasajero individual (pero también suelen hacer rutas más largas y contaminantes). 

Ahorro energético en el aeropuerto: AENA dispone de un plan climático y el aeropuerto de Barcelona está en un alto nivel de optimización, según Marina Efthymiou, experta en aviación de la escuela de negocios DCU de Dublín. 

Combustibles verdes: Airbus ha anunciado un avión de hidrógeno con emisiones cero en 2035. La fuente de AENA dice que un aeropuerto competitivo atraería tecnologías innovadoras. Pero las fuentes independientes consultadas son escépticas. Rutherford estima que los combustibles alternativos no formarán más del 5% del total en 2035. Peeters observa que esos combustibles servirán de entrada para vuelos cortos en aviones pequeños. Además serían muy caros, lo que resultaría en menos viajeros. 

Eliminar vuelos cortos: Sedó vería bien reemplazar vuelos nacionales con trayectos en tren. Si Barcelona fuera un hub, no haría falta un puente aéreo con Madrid para conectar con otros continentes. Rodríguez observa que este reemplazo liberaría espacio para vuelos intercontinentales, sin necesidad de aumentar la capacidad del aeropuerto. Montlleó ve prioritario conectar los aeropuertos de Madrid y Barcelona con alta velocidad para reemplazar el puente aéreo.

Compensar las emisiones: la capacidad para reducir emisiones de la compraventa de carbono o de plantar árboles para compensarlas está cuestionada. 

¿Se puede expandir la aviación y limitar el calentamiento a la vez?

La aviación es responsable de entre el 2 y el 3% de las emisiones globales, pero está en crecimiento exponencial: podría alcanzar una quinta parte de las emisiones globales en 2050. También es la manera de desplazarse más intensiva en carbono. ¿Cómo casa la expansión de un aeropuerto con el pacto verde europeo y los acuerdos de París para mantener el calentamiento debajo de 1,5 grados? Sedó cree que otros sectores, como el del coche eléctrico, deben asumir la mayoría del esfuerzo.

Según la Agencia Internacional de la Energía las emisiones de la aviación son “muy difíciles” de abatir. Su estrategia llama a limitar el crecimiento del sector, fomentar el tren y acotar los viajes de negocio largos. Según Daniel Scott, experto en turismo de la Universidad de Waterloo, los gobiernos que se tomen en serio los acuerdos de París deben gestionar la demanda. Expandir aeropuertos es “el equivalente turístico de extraer más petróleo”, concluye este experto.

Michele Catanzaro

El Periódico 4 junio 2021

domingo, 14 de febrero de 2021

Una nueva mirada a la Renta Básica



La Renta Básica es un tema muy controvertido, por ejemplo muchos dicen que no están de acuerdo porque eso sería dar dinero a los gandules, y yo les digo y sobretodo a los pobres. La Renta Básica sería una medida de distribuir un poco la riqueza mundial de ese 1% que tiene la misma riqueza que el 99% restante de la población.
Bueno os dejo este artículo que he encontrado que ayuda a entender el trasfondo y el espíritu de la Renta Básica
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Una nueva mirada a la Renta Básica
Robert Skidelsky, miembro de la Cámara de los Lores, profesor emérito de Economía, Universiad de Warwick © Project Syndicate 2016.
Gran Bretaña no es el único país que ha celebrado un referéndum este mes. El 5 de junio, los suizos rechazaron de forma aplastante, por un 77% frente a un 23%, la proposición de que todos los ciudadanos tengan garantizada una renta básica incondicional (RBI). Pero ese resultado desigual no significa que la cuestión vaya a desaparecer pronto. La RBI es una mezcla un tanto incómoda de dos objetivos: el alivio de la pobreza y el rechazo del trabajo como finalidad de la definición de la vida. El primero corresponde a la política y su práctica; el segundo es filosófico o ético. 
El argumento principal para la RBI como alivio de la pobreza es, como siempre ha sido, la incapacidad del trabajo remunerado disponible para garantizar una existencia segura y digna para todos. En la era industrial, el trabajo en la fábrica se convirtió en la única fuente de ingresos para la mayoría de la gente - una fuente que fue interrumpida por episodios de desempleo causados por la aparición de maquinaria industrial -. El movimiento obrero respondió exigiendo que la aceptación del mantenimiento en el lugar de trabajo se reflejará en la creación de un sistema de seguridad social: “Capitalismo de bienestar”.