Hacemos un resumen de datos aparecidos en la prensa extraídos
del Informe Anual del 2016 de Oxfam Intermón
La proporción de
trabajadores pobres es la tercera más elevada de la UE
Desde que estalló la
crisis en el 2007, España se ha consolidado como el segundo país de la Unión Europea
(UE), por detrás de Chipre, en el que más se ha disparado la divergencia de
rentas, 20 veces más que el promedio europeo,
El conjunto de la
ciudadanía española vive hoy peor que hace 12 años, aunque no la minoría más
rica. Hay que retroceder hasta el 2004 para encontrar un nivel de riqueza per
cápita en términos de paridad de poder de compra similares a los actuales
La precariedad laboral
y la devaluación salarial promovida por la reforma laboral QUE APROBÓ UN PP EN MAYORÍA
ABSOLUTA CON EL APOYO DE LA ANTIGUA CIU elevó la proporción de trabajadores
pobres (aquellos que, aun con empleo, no alcanzan unos ingresos suficientes
para cubrir sus necesidades básicas) hasta el 13,2%, el tercer nivel más alto
de la UE, tras Rumanía (18,6%) y Grecia (13,4%). Y además esa rebaja de
ingresos se ha cebado en la parte más débil. La renta media en España cayó un
9% entre el 2007 y el 2014, pero la
caída de la renta del 10% más pobre de la población fue más del doble: un 21%.
Como consecuencia de
ello, en dos años de recuperación (2014 y 2015), y aunque se ha corregido
mínimamente durante el último ejercicio, en estos dos años de crecimiento
económico, la desigualdad en España aumentó en 0,9 puntos. Eso se refiere al
índice Gini, que mide la desigualdad (cuanto más cerca de uno y lejos del cero
mayor desigualdad). En España, este indicador aumentó el 15,5% entre el 2007 y
el 2015, frente a un promedio europeo del 0,8%. Con crecimientos del PIB
similares, Eslovaquia o Hungría han reducido más la desigualdad. E incluso
Grecia, como ya se advertía en el informe del año pasado.
Una de las
consecuencias de la crisis y de las políticas económicas practicadas es que la contribución de los más ricos a la renta
nacional ha crecido mientras que ha disminuido la de las capas más pobres. Los salarios han perdido peso frente a los
beneficios empresariales. Y para el 2016, del que aún no hay datos oficiales,
se estima que la contribución de los beneficios a la renta nacional aumentará y
superará el valor de la del 2008, mientras que los salarios seguirán estando
seis puntos por debajo de los del 2008.
A su vez, desde el 2007, España muestra un creciente
proceso de concentración de la renta entre el 10% más rico, muy lejos de la
estable evolución de los 27 países de la UE. De hecho, con la excepción del
2013 y el 2015, la concentración de la renta en España no ha parado de aumentar.
Otra muestra de esa evolución es que en el 2007, el 10% más
rico disfrutaba en España de una renta 10 veces superior a la del 10% más
pobre. En el 2015, esta diferencia era de 15 veces. Y otra manera de ilustrarlo: las personas pertenecientes al decil con más
renta acumulaban cerca de una cuarta parte de la renta nacional (24,8%), casi
lo mismo que el 50% más pobre (26,3%). Por su parte, el 10% más pobre debe
conformarse con apenas un alarmante 1,7%.
Con datos del 2016, el 84% de la contribución fiscal recae
en las familias, frente a un 13% del sector empresarial. La crisis y los dos
años de recuperación no han hecho más que empeorar las cosas, ya que en el
2007, el reparto era del 75% para las primeras y el 22% para los segundos. La conclusión es que el sistema fiscal español recauda "mal"
porque no prima la progresividad; y "poco", porque se sitúa 6,3
puntos por debajo de la media europea. Y menores ingresos públicos suponen
menor inversión en servicios públicos dirigidos a las capas más débiles.
CONCLUSIÓN: PUES SÍ... MARIANO Y CÍA ¡ESPAÑA VA BIEN!