Si amigos, estáis leyendo bien....podéis ver al
respecto el artículo completo más abajo.
Pero bueno y lo que yo pregunto es... ¿Cuando
la UE y los países de la OCDE restringirán la libre circulación de capitales
con ese basurero que es Suiza? Contrariamente a lo que se dice sería muy
fácil hacerlo. Habría que hacerlo a través de la cámara de compensación de movimientos financieros
Clearstream, ver al respecto el artículo "Clearstream, la caja negra dela mundialización financiera".
Pero para hacerlo sólo hace falta voluntad política
lo cual es muy difícil porque los paraísos fiscales son un tema tabú, porque
como dice aquella frase “Los paraísos fiscales,
como Drácula, temen a la luz... ¿Quien enviará estos "paraísos" al
infierno?"
Eso sí recortes los que hagan falta, para eso si que hay voluntad política
Bueno podéis leer si os apetece el mencionado artículo publicado en la prensa
"Suiza restringirá los permisos de trabajo a los ciudadanos de la UE"
Bruselas - Lucía Abellán - 24 abril 2013
Suiza ha hecho realidad su
amenaza de poner trabas a todos los europeos para entrar en el país. Las
autoridades de Berna comunicaron este miércoles lo que ya insinuaron a
principios de año: que frenarán
el acceso de todos los ciudadanos comunitarios a su mercado de trabajo cuando
sobrepasen un determinado cupo. La medida, que entrará en vigor el 1 de mayo,
agrava la excepción que regía hasta ahora —las restricciones se aplicaban a los
europeos del Este— y en la práctica dinamita el acuerdo de libre circulación
firmado en 2002.
Bruselas considera una afrenta esta decisión, que hasta el último
momento confió en impedir. “Las medidas adoptadas son contrarias al acuerdo de
libre circulación porque diferencian entre grupos de Estados miembros”, aseguró
en un comunicado la alta representante europea para la política exterior, Catherine
Ashton, que lamentó lo ocurrido. Una portavoz de este departamento asegura que
la Unión Europea estudia plantear una acción conjunta con los Estados miembros
para contestar esta medida y subraya la necesidad de profundizar el diálogo con
Berna para crear un marco común que regule sus relaciones, más allá de las
normas sobre libre circulación.
En realidad, la novedad confirmada este miércoles acaba con esas
diferencias vigentes desde hace un año. Invocando la crisis y el aumento de la
inmigración, el país helvético comenzó en mayo de 2012 a aplicar cupos a los
permisos de trabajo de ocho Estados de Europa del Este. Lo que hace ahora es
extender ese esquema a todos, de forma que el sistema de cupos rija para 25
países comunitarios (Rumanía y Bulgaria siempre han estado fuera de la libre
circulación).
Suiza puede aplicar esta medida gracias a una cláusula de
salvaguardaincluida en el acuerdo que selló con la Unión Europea en
2002. La cláusula permite limitar la entrada de ciudadanos comunitarios si la
inmigración de un año superaba en más de un 10% la media de los tres últimos
ejercicios. El Ejecutivo helvético aseguró ayer que esa barrera se ha excedido
en 2012. Pero Bruselas discrepa: si se toman todos los Estados en su conjunto,
ese porcentaje aún no se ha alcanzado, señala la portavoz de Ashton. Lo que
hace Suiza es aplicar referencias temporales diferentes en el caso de los ocho
países del Este y en el de los 17 restantes.
Con esta medida, Suiza intenta acallar el creciente descontento de
su población hacia la inmigración europea, que ha crecido más en los últimos
años como consecuencia de la crisis (entre 60.000 y 80.000 nuevos permisos de
trabajo expedidos cada año, según un portavoz de la representación suiza ante
la Unión Europea). El país ha optado por atender esas demandas por una medida
que finalmente tendrá pocas implicaciones prácticas pero que le crea un
importante enfrentamiento con las autoridades comunitarias. El acuerdo solo
puede aplicarse un año (todas las restricciones expiran en mayo de 2014) y con
la fórmula de cálculo utilizada, las limitaciones afectarán a unas 3.000
personas, según ese portavoz. Además, solo se verán afectados los permisos de
trabajo con duración superior a un año.
Paradójicamente, los principales afectados por el freno a la mano
de obra comunitaria proceden de la rica Europa. Los alemanes son los
extranjeros más presentes en Suiza (les siguen franceses y portugueses). En
total, hay casi dos millones de extranjeros en el país helvético, de los que
más de 1,2 millones son comunitarios.
Suiza goza de una gran prosperidad económica y de un envidiable
nivel de paro a ojos europeos (y especialmente a ojos españoles), inferior al
4% de la población activa. Las autoridades de ese país son conscientes de la
situación pero argumentan que las entradas de foráneos han aumentado mucho en
los últimos años “y eso se nota en la presión a la baja de los salarios y en la
subida de los precios de la vivienda. El Gobierno las ha tomado en serio”,
defiende el representante suizo.
Con el actual acuerdo de libre circulación en la mano, Suiza no
puede volver a imponer barreras a la libre circulación a partir del año
próximo. Solo se mantendrán, hasta 2019, para Rumanía y Bulgaria.
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