El País, The New York Time MUNDO, Jueves 27 de Enero de 2011
Por Vikas Bajaj. Bombay, India
El microcrédito fue ensalzado una vez por líderes mundiales como Bill Clinton y Tony Blair por ser una poderosa herramienta contra la pobreza, a través de préstamos pequeños de hasta 50 dólares a pastores de ganado, tejedores de cestos y a otra gente pobre para que crearan o ampliaran sus negocios.
Pero ahora los micropréstamos han provocado hostilidad en Bangladesh, India, Nicaragua y en otros países en vías de desarrollo.
La primera ministra de Bangladesh, Sheik Hasina Wazed, que era una defensora de los micropréstamos, les ha dado la espa1da. Afirma que las entidades de microcréditos están "chupándole la sangre a los pobres en nombre de la mitigación de la pobreza". Ha ordenado investigar a Grameen Bank, banco pionero en el microcrédito, y a su fundador, Mohammad Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006.
Aquí en India, que hasta hace poco tiempo albergaba los negocios de microcrédito de crecimiento mas rápido del mundo, la concesión de préstamos ha disminuído drásticamente desde que el Estado con mas micropréstamos adoptara una ley estricta que restringe los préstamos. En Nicaragua, Pakistán y Bolivia, los activistas y los políticos han animado a los prestatarios a no devolver sus préstamos.
El microcrédito alcanzó a más de 91millones de clientes, la mayoría mujeres, can préstamos que ascendían a más de 70.000 millones de dólares a finales de 2009. India y Bangladesh suman entre los dos la mitad de los prestatarios. Estos préstamos, cuando se hicieron correctamente, parecían prometedores porque permitían a los beneficiarios ganarse la vida de forma sostenible. Pero también es cierto que el rápido crecimiento del microcrédito – algunas empresas crecieron mas del 60% año - ha hecho que los préstamos sean mucho menos efectivos. No parece que la mayoría de los prestatarios esté saliendo de la pobreza, y una minoría considerable está atrapada en una espiral de deuda.
A1 mismo tiempo, las entidades de crédito han obtenido enormes beneficios. Las acciones de la mayor empresa de microcrédito de India, SKS Microfinance, se vendieron el año pasado por un valor 95 veces superior al inicial.
Mientras tanto los políticos de los países en vías de desarrollo califican a las entidades de crédito de especuladoras. Daniel Ortega, el presidente de Nicaragua, apoyó al “movimiento no pago". Debido en parte al resultado de esa campaña, un juez recientemente ordenó la liquidación de las principales entidades de microcrédito.
"Estas crisis ocurren cuando el sector de la microfinanciación se satura, cuando crece demasiado rápido y el mecanismo para controlar el endeudamiento excesivo no está bien desarrollado”, afirma Elisabeth Rhyne, alta directiva de Acción International, una organización de Boston que invierte en entidades de microcrédito.
En Bangladesh, un documental noruego en el que se acusaba a Grameen de transferir indebidamente a una filial 100 millones de dólares que Noruega había donado, dio lugar a los recientes comentarios de Hasina sobre el microcrédito. La primera ministra dijo que Grameen podría haber transferido el dinero para evadir impuestos. El banco canceló la transferencia después de que las autoridades noruegas se opusieran a ella. Noruega emitió recientemente una declaración en la que eximía a Grameen de toda culpa.
En India, los dirigentes del Estado meridional deAndhra Pradesh, que cuenta con cerca de una tercera parte de los micropréstamos del país, han acusado a las entidades de crédito de empobrecer a los clientes. Han proliferado las historias sobre mujeres que han acumulado deudas de 1,000 dólares o más ya que los empleados de las entidades las engatusaban para que pidieran más dinero del que podían permitirse.
Los que iniciaron el movimiento contra el microcrédito fueron los políticos de la oposición, que animaron a los prestatarios a no devolver sus préstamos y acusaron a los principales dirigentes del gobernante Partido del Congreso de estar confabulados con las entidades de crédito. El Gobierno aprobó una nueva y dura ley en diciembre para limitar los tipos de interés y regular los cobros.
Los bancos, la fuente de dinero para las entidades de crédito, han cerrado el grifo porque les preocupa el futuro del sector. Sin embargo, algunos directivos reconocen que éste necesita reformarse. Los expertos recuerdan que hay que medir el éxito solo por el crecimiento y los beneficios, sino por la rapidez con la que las gentes están saliendo de la pobreza.
Alex Counts, consejero delegado de la Fundación Grameen, una entidad sin ánimo de lucro de Washington que no forma parte de Grameen Bank, indica: "Debemos imponernos a nosotros mismos la disciplina de la transparencia sobre la reducción de la pobreza".
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